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25 de septiembre de 2021

¿Cómo cree que llego al trabajo todos los días y en mi hora? #inocuidad #sanidad #riesgos

 ¡Hace tiempo aparece recurrentemente esta imagen en mi cabeza!



Es un poco difícil explicarle a un extranjero (más si es un auditor) nuestro culto a la muerte, nuestra resiliencia y nuestra forma de "vivir" (o sobrevivir) en México y gran parte de Latinoamérica. La forma en que vivimos y convivimos con el peligro, como gestionamos riesgos, es muy particular...

Imaginen mi cara cuando al entrevistar a un operador responsable de hacer el saneamiento de las cuchillas de la rebanadora de jamón cocido (RTE), y ver que tenía residuos de producto en varias partes del cuerpo, me contesta: "Mire, yo sé que debo desarmar el equipo y lavarlo minuciosamente, luego enjuagar y aplicar sanitizante, pero no me dan el tiempo necesario para hacer todo eso, así que me enfoco en hacerlo MUY BIEN en las partes que tienen contacto con el producto, donde está el filo y la parte que penetra en el jamón. Ya sé que existe el riesgo de que crezcan microbios, pero por eso pongo el doble de sanitizante en esa parte de las cuchillas". ¡PLOP!

Con calma, y dominando emociones (ese producto se consumía en casa), le pregunto: "En la capacitación que le dieron sobre esta actividad y su importancia, ¿Le explicaron que un producto listo para consumir, con una contaminación patógena, puede causar enfermedades o incluso la muerte en personas vulnerables?"

El operador, con seguridad y serenidad me contesta: "Claro, sí me lo dijeron y hasta pasé el examen a la primera. Yo sé lo que implica. Pero hay de dos: Lo hago como me dijeron y me sancionan o corren porque no se pudo liberar la línea rápido, o le echo ganas, más sanitizante y limpio bien ahí donde le dije." ¡En la m...!

Teniendo claro, a mi entender, qué estaba pasando, le hice una pregunta aparentemente simple: "¿Usted sabe y entiende lo que es la gestión de riesgos?

A lo que me contesta sin titubear: "¡Por supuesto! ¿Cómo cree que llego al trabajo todos los días y en mi hora? Pues así, viendo cómo le hago, resolviendo... Incluso me vengo colgado de la puerta del Micro (bus) con tal de llegar a tiempo. Eso sí, bien agarrado, ¡No me vaya a caer!"

Ahora que está en voga la Cultura de Inocuidad Alimentaria, el bienestar del trabajador, los derechos humanos (Artículo 3) y todas estas medidas para proteger a los consumidores y las personas, no ver lo obvio, no considerar la influencia del entorno político, económico, socio-cultural, tecnológico, ecológico y legal (PESTEL), la toma de decisiones, es sólo cumplir requisitos, "pasar el examen", pero no atacar de fondo la causa.

En la mente de este operador, él está haciendo lo necesario para llegar a su trabajo (arriesgando su vida) y liberar rápidamente la línea (arriesgando la vida de los demás). Y así lo ha hecho desde hace tiempo, con éxito (me dijo nunca se ha caído), pero con una eventual probabilidad de que ocurra, al igual que la contaminación de ese jamón cocido rebanado con cuchillas lavadas insuficientemente.

¿Qué opinas?

14 de agosto de 2018

Patógenos de las bandas transportadoras. Recomendaciones para eliminarlos

Muchas de las bandas transportadoras hoy en día estan diseñadas para eliminar los nichos de bacterias.

Dentro del procesado de carne, no existe ningún otro elemento tan susceptible a la contaminación como lo es la banda transportadora. Algunos productos se rebanan, muelen o forman, pero tarde o temprano todos terminan en una banda transportadora donde normalmente se encuentran un sinnúmero de patógenos colectados a lo largo del procesado.
Los patógenos que causan mayor preocupación son la E.coli O157:H7, la Listeria monocytogenes o la Salmonella, dependiendo del tipo de producto o ambiente de fabricación que se tenga. La buena noticia es que muchas de las bandas transportadoras de hoy en día están diseñadas para eliminar los nichos donde se origina el crecimiento bacteriano, o al menos, hacen que estos nichos sean de más fácil acceso para la limpieza y saneamiento. La mala noticia es que muchos operadores cometen el error de tratar a la banda como una entidad individual en lugar de verla como una suma de partes con gran variabilidad entre sí.
Como la mayor parte de los procesadores sabe, los componentes de la banda transportadora de acero inoxidable o plásticos son más "amigables" para la limpieza, que aquellos que son porosos y que están hechos de hule o tela. 

En el mismo sentido, el acero inoxidable y el plástico impiden la formación de nichos de bacterias, especialmente porque no tienen costuras, muescas o astillas. 


La configuración de la banda también juega un papel: Por ejemplo, las bandas modulares dentadas tienen bisagras y pernos que pueden albergar a las bacterias. Los sistemas hechos a base de plásticos termoextruidos no tienen ni bisagras ni pernos, lo que hace que sean más fáciles de limpiar.
Dado que los componentes pueden variar en su configuración y arreglo, se aconseja evaluarlos como piezas individuales, e incluso, listarlos por separado en los Procedimientos Estándares de Limpieza.
Cabe señalar que existen algunas reglas rápidas pero rígidas respecto a la programación de la limpieza de las bandas y otros componentes. La frecuencia de la limpieza y el saneamiento se determina generalmente por el riesgo asociado con un producto, proceso o ambiente determinados. Generalmente, los organismos gubernamentales también generan lineamientos o guías al respecto como apoyo a los procesadores. Además de la limpieza de rutina, las bandas transportadoras necesitan desensamblarse periódicamente para que la limpieza alcance incluso las partes más remotas.
No hay que confundir la limpieza con el saneamiento o desinfección. La limpieza se refiere a la remoción de desechos que promueven el crecimiento bacteriano. El saneamiento implica la aplicación de calor o químicos que destruyen las bacterias patógenas o reducen los conteos a niveles aceptables. Los sanitizantes se aplican en su mayoría después del enjuagado. Hay que recordar que se requiere rotar el tipo de sanitizantes empleados para asegurar que su acción sea eficaz. Algunos patógenos se adaptan con facilidad a los químicos, y pueden desarrollar resistencia a alguno en particular si éste se aplica por largo tiempo.
Los sanitizantes más comunes son las sales cuaternarias de amonio (quats), las soluciones de cloro, los yodóforos y el ácido peroxiacético. Todos ellos logran reducir 5 logs o más de carga bacteriana.

Bandas transportadoras, bisagras y pernos 

Debido a que la mayor parte de las veces las bandas tienen contacto directo con el producto cárnico, requieren atención especial durante el saneamiento. Las bandas de hule y de tela requieren de mayor cantidad de agua caliente o compuestos antimicrobianos debido a su alta permeabilidad.
Las bandas pueden requerir desmontarse si el lado anterior es difícil de acceder. Lo mismo aplica para las bisagras y pernos en las bandas modulares dentadas. En algunas circunstancias, las bisagras y pernos pueden requerir ser remojadas por una hora o más.






Lineamientos generales 

Muchos de los procesadores olvidan que los pasos de la limpieza y el saneamiento de las bandas transportadoras deben ser como sigue:
Remoción de los desechos: Las bacterias no crecen en la banda en sí, sino en los residuos orgánicos... Elimínelos.
Preenjuado: Esto ayuda a remover cualquier residuo de materia orgánica que no es visible. Se debe enjuagar con agua que tenga una temperatura equivalente a la del punto de fusión de la grasa.
Hacer espuma y tallar: Esto es un paso adicional que ayuda a la remoción de materia y sólidos residuales. Use cepillos o almohadillas para fregar.
Enjuado: Tenga cuidado con la presión. El agua a alta presión puede crear gotas tipo aerosol que están sujetas a contaminación.
Inspección visual: Revise si se removió toda la materia orgánica visible. Algunos sanitizantes no funcionan adecuadamente en presencia de materia orgánica.
Saneamiento o desinfección: Algunos sanitizantes requieren de un enjuagado adicional para ser removidos
Secado: Es conveniente secar el área ya que la humedad también promueve el crecimiento bacteriano.
Información de carnetec.com

7 de mayo de 2018

5 alimentos que no deberías comer crudos


Algunos alimentos, como el pollo o las papas, son potencialmente tóxicos o alucinógenos cuando se consumen en crudo

En la lista de alimentos potencialmente peligrosos en estado natural hay algunos más famosos que otros. Del pescado ya se sabe que eliminar el anisakis requiere ciertas técnicas de cocción o de congelación. Del huevo también se conoce que hay que ser cuidadosos con su manipulación y conservación para minimizar los riesgos de sufrir una intoxicación alimentaria cuando no se han cocido. Así y todo, tanto el pescado como el huevo se pueden tomar crudos (mayonesa, sushi, ceviche). Sin embargo, hay otros alimentos de consumo habitual que no se deben comer sin cocinar. A continuación se cuentan cuáles son y por qué hay que tener cuidado con ellos.


1. El pollo

El pollo es un alimento económico, saludable y muy fácil de preparar. Basta poner un par de filetes a la plancha o colocar un pollo entero en el horno para resolver una parte de la comida o de la cena. Sin embargo, cuando la carne está cruda puede causarnos problemas. El pollo crudo suele estar contaminado con Campylobacter, Por este motivo, desde el Centro Nacional de Enfermedades Infecciosas Emergentes y Zoonóticas de Estados Unidos (NCEZID) aconsejan tomar algunas precauciones, como utilizar una tabla de cortar diferente para el pollo crudo, lavar bien los utensilios que se emplean para cortarlo o guardarlo y no colocar nunca otros alimentos en superficies donde haya habido antes pollo crudo.

2. Los anacardos

Los acanardos, también llamados nueces de la India o castañas de cajú, son uno de frutos secos más apreciados: tienen un sabor exquisito que hay en el mercado. Pero, a diferencia de otros frutos secos que se toman con frecuencia, como las avellanas, los pistachos o las nueces, nunca se comercializan crudos; tampoco con cáscara. La razón se halla en dos sustancias: el ácido anacárdico, que se encuentra en la cáscara y es muy irritante, y el urushiol, un aceite presente en el fruto crudo que provoca reacciones alérgicas.

3. Las alubias rojas

Las legumbres son un alimento sano, completo, saciante y con un estupendo perfil nutricional. Con ellas se pueden preparar desde los guisos más tradicionales hasta otros más ligeros; también ensaladas y distintos tipos de patés. El humus, que se ha puesto tan de moda en estos años, es un buen ejemplo de esta versatilidad. Pero, por mucho que nos gusten las legumbres, hay que tener precaución, sobre todo con las alubias rojas. Esta variedad de legumbre -también llamada habichuela roja y frijol rojo- es muy rica en una lectina llamada fitohemaglutinina.

La fitohemaglutinina es una sustancia extremadamente tóxica para las personas; provoca náuseas extremas, vómitos, dolor abdominal y diarrea. Los expertos en seguridad alimentaria de la Universidad de Wageningen (Países Bajos)señalan que estas alubias, cuando están crudas, contienen entre 20.000 y 70.000 unidades de hemaglutinación (hau), mientras que, cuando están por completo cocinadas, la cantidad de esta lectina desciende a menos de 400 hau. Por eso cocinar las alubias -y hacerlo bien- es tan importante. ¿Cómo resistirse a un buen plato de alubias? Sencillo: sabiendo que están crudas o poco cocinadas.

4. Las papas

La patata es uno de los alimentos con mayor presencia en las cocinas de nuestro país. Fritas, en tortilla, al horno, hervidas e incluso al microondas, constituyen un ingrediente muy versátil y apreciado por los comensales; también por el bolsillo de los cocineros. Las patatas siempre están buenas... a menos que estén crudas. ¿Por qué? Además de la textura o el sabor, las patatas crudas contienen un alcaloide, la solanina, que irrita las mucosas, genera problemas gastrointestinales y afecta al sistema nervioso. La patata cruda, así como las partes verdes no comestibles de los tomates y las berenjenas (que son de la misma familia), pueden provocar alucinaciones.

5. Las almendras (amargas) y otras semillas conocidas

Las almendras que hay en el mercado son dulces. Se obtienen de un árbol llamado Prunus Dulcis y se comercializan de maneras distintas: fritas, horneadas, al natural, molidas, en láminas... Son el ingrediente estrella de muchos platos tradicionales y uno de los alimentos protagonistas de las mesas navideñas. Pero existe otra variedad: las almendras amargas, que proceden del Prunus Amara. Las almendras amargas, en crudo, contienen amigdalina, una sustancia que, en contacto con el agua (o con la saliva), produce ácido cianhídrico, que podría provocar una letal intoxicación cianhídrica.
Pero estas almendras no son las únicas semillas que no se deben ingerir. Como advierten desde Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos ,el hueso y las semillas de los albaricoques, las manzanas y los melocotones pueden contener cantidades sustanciales de compuestos que liberan cianuro. La recomendación es evidente: "Las personas deben evitar comer el hueso y semillas de estas frutas para así evitar envenenamientos accidentales por cianuro".

Via: http://www.consumer.es

21 de marzo de 2017

#Descargar The Bad Bug Book 2nd Edition #FDA [INGLES] #PDF



The Bad Bug Book 2nd Edition, publicado en 2012, proporciona información actualizada sobre los principales agentes conocidos que causan enfermedades transmitidas por los alimentos.

Cada capítulo de este libro trata sobre un patógeno -una bacteria, un virus o un parásito- o una toxina natural que puede contaminar los alimentos y causar enfermedades. El libro contiene información científica y técnica sobre los principales patógenos que causan este tipo de enfermedades.

11 de septiembre de 2013

Que son los POES? Que deben contener? Como elaborarlos?


En un establecimiento de alimento es imprescindible la correcta aplicación de un Programa de Limpieza y Desinfección ( POES ) para mantener buenas condiciones higiénico-sanitarias, por lo que su confección debe tener una base científico-técnica actualizada. La importancia de la limpieza y desinfección de los establecimientos de alimentos se destaca en varias publicaciones para prevenir las contaminaciones de los alimentos por las superficies que contactan directamente con estos. También se indica en estos trabajos que para garantizar un buen comportamiento higiénico-sanitario en los establecimientos de alimentos, deben existir la voluntad de la dirección y las condiciones materiales para facilitar las actividades de limpieza y desinfección.
Para la confección de un Programa de Limpieza y Desinfección se deben buscar las informaciones que respondan las siguientes preguntas
1. ¿Qué se limpiará y desinfectará?
En la respuesta a esta pregunta deben ser identificadas todas las áreas que forman el establecimiento y en cada una de ellas, todos los objetos que la componen así como las puertas, ventanas, pisos, paredes,luminarias, techos, etc. En algunos casos es necesario distinguir algunas partes de estos componentes, por la dificultad para su higienización y también por recibir suciedades o restos de alimentos con mayor frecuencia e intensidad.Se deben incluir los recipientes, equipos, utensilios y otros útiles que se emplean en la limpieza y desinfección.
2. ¿Con qué se debe realizar la limpieza y la desinfección?
Para cada objeto o área deben ser indicados todo lo que se debe utilizar para su higienización. En relación con los detergentes y desinfectantes se deben indicar las concentraciones que se aplicarán en las distintas superficies a tratar, las temperaturas de estas soluciones, lo cual tendrá una base científica.
En la selección de las sustancias y útiles de limpieza se considerará las características y propiedades de estas, así como de las superficies a tratar.Las sustancias seleccionadas deben estar aprobadas por las autoridades sanitarias.
3. ¿Cuándo se debe limpiar y desinfectar?
Es importante distinguir las actividades simultáneas o concurrentes a las actividades con los alimentos y las finales. En algunos casos existen otras categorías como las que deben ser realizadas con determinada periodicidad en la jornada laboral o cada cierto período que puede ser semanal, mensual,etcétera. La frecuencia y momento en que se pueden realizar las actividades de higienización dependen del tipo de alimento y las características de su proceso como los volúmenes de producción, nivel de protección física de los alimentos, horarios de mayor intensidad, periodicidad de interrupciones, etcétera.
4. ¿Cómo se debe limpiar y desinfectar?
Se debe especificar la forma práctica de preparar las soluciones detersivas y desinfectantes a las concentraciones y temperaturas requeridas. Es posible obtener las informaciones necesarias para indicar los procedimientos de la limpieza y desinfección mediante observaciones de estas actividades y sus insuficiencias, así como de las instrucciones de los productores de detergentes y desinfectantes.
En las instrucciones se deben indicar la mayor atención a los componentes o sus partes que requieren acciones especiales, como son las oquedades o zonas de difícil acceso.
5. ¿Quién realiza la limpieza y desinfección?
La higienización de cada objeto o parte del establecimiento debe ser atendida por un personal que tenga bien definida esta responsabilidad.En la mayoría de los establecimientos la higienización se realiza por el personal de limpieza, los manipuladores o personal de mantenimiento. A cada uno corresponderán actividades específicas y deben estar señaladas en el Programa de Limpieza y Desinfección.
6. ¿Quién supervisa la limpieza y desinfección?
Además de indicar en el Programa de Limpieza y Desinfección al responsable de su supervisión, se deben señalar la frecuencia y procedimientos de esta.