Las personas necesitamos relacionarnos con los demás para gozar de una buena salud mental y emocional, pues aprendemos y nos desarrollamos a través de otros individuos. Y claro, cuando tenemos que convivir con otros, muchas veces debemos ceder para que la convivencia sea plácida.
Ser un buen negociador es una gran virtud y favorece positivamente las relaciones interpersonales. Esto no solo incluye las relaciones laborales, sino también las relaciones con nuestros amigos, nuestra familia y nuestra pareja, muchas veces tenemos que llegar a acuerdos informales.
Es por eso que es necesario dominar una serie de habilidades que te permitan que estas negociaciones acaben en éxito. Pero, ¿cuáles son las habilidades más importantes?, ¿qué competencias negociadoras necesitas conocer? Presta atención a los siguientes consejos para convertirte en un buen negociador.
1. Se empático
Es imposible entender las necesidades y la manera de pensar de la otra parte si no somos capaces de ponernos en su piel, sin entender sus sentimientos. Posiblemente, ésta sea una de las necesidades más importantes a la hora de negociar y una gran cualidad que debemos desarrollar.
2. No te lo tomes tan personal
No te olvides que en una negociación cada uno va a intentar exponer sus puntos de vista y sus necesidades para lograr lo que quiere. Piénsalo, tú también lo haces. Así que no te lo tomes tan a pecho. Simplemente escucha y negocia.
3. Escucha de forma activa
A veces pensamos que estamos escuchando cuando en realidad no lo estamos haciendo. Oír no es lo mismo que escuchar. Cuando escuchamos a la otra persona dejamos que hable y no interrumpimos ni estamos pensando en lo que vamos a decir. Sino que nuestra atención está puesta en lo que el otro interlocutor dice tanto de manera verbal como no verbal.
4. Mejora el autoconocimiento
A veces, puede ocurrir que nos dejamos llevar por los impulsos y no somos conscientes de ello. Por eso, si vamos a negociar con otras personas y escucharles activamente, debemos prestar atención a nuestras emociones también.
5. Regula tus emociones
Y prestar atención a tus emociones te permite poder regularlas. En otras palabras, no hay que actuar de manera visceral y hay que intentar serenarse.
El control y la regulación emocional son clave para cualquier negociación, porque, en ocasiones, si nos gusta algo y respondemos con una actitud negativa, podemos estar afectando a la buena marcha de la conversación y la negociación. Si ves que la conversación se está volviendo tensa, es mejor parar unos minutos y dejar que lo ánimos se apacigüen.
6. Respeta a la otra persona
Es importante no ofender a la otra parte de la negociación, pues, como he dicho antes, no hay que tomárselo como algo personal. Las personas se entienden hablando y buscando los puntos en común. No hay necesidad de llevarlo al terreno personal.
7. Se asertivo
Ser asertivo es otra de las grandes cualidades que podemos poseer para relacionarnos positivamente con los demás y, especialmente, cuando queremos negociar. La asertividad es una forma de relacionarse respetuosa y no invasiva, en la que muestras y expresas tu opinión sin menospreciar ni dejar de respetar a los demás.
8. Ten autoconfianza
Para poder defender tu postura con autoridad y respeto hacia los demás, es indispensable confiar en uno mismo. Si no confías en tí mismo, es fácil dar tu brazo a torcer antes de tiempo y es complicado que puedas regular tus emociones de manera que consigas terminar la negociación de la manera que quieres.
9. Cede pero también gana
Es importante que entiendas que en una negociación no siempre vas a lograr todo lo que te propongas y que, en algunos casos, vas a tener que ceder. Ahora bien, que tengas que ceder no significa que vayas a regalarlo todo. Si cedes, por lo menos recibe algo a cambio, aunque no sea todo lo que esperabas al inicio de la negociación.
10. No estés a la defensiva
Ahora ya sabes que debes escuchar las necesidades de la otra persona, que no te lo debes tomar como algo personal y que, a veces, vas a tener que ceder. Por eso, debes mostrar una actitud abierta y optimista, sin estar a la defensiva y sintiéndote ofendido a las primeras de cambio. Esto te ayudará a aliviar tensiones y a fomentar el diálogo