En la década de 1980, la cooperativa Pascual Boing fue acusada de plagiarle el Pato Pascual a Disney. Así se resolvió la disputa.
Durante la crisis de los años ochentas, el gobierno decretó el aumento de los salarios. Sin embargo, el dueño de Pascual se negó a la medida, argumentando que no le era posible económicamente. Los obreros contestaron con una huelga.
Después de tres años, y con la asesoría del comunista Demetrio Vallejo, el gobierno falló a favor del movimiento obrero. Para no pagar, Rafael Jiménez se declaró en quiebra.
Entonces los obreros decidieron comprar los activos en remate, lo cual se tradujo en la fundación de la Sociedad Cooperativa Trabajadores de Pascual S.C.L.
La lucha por los salarios no ha sido la única que ha tenido que librar Pascual Boig, ya que su propia identidad fue puesta en tela de juicio.
En sus inicios, la refresquera hacía uso del eslogan “Fruta en tu refresco”, la cual iba acompañada de la imagen del Pato Pascual, mismo que conservaba semejanzas con el Pato Donald, propiedad de Disney.
De Pato Donald a Pato Pascual
Por supuesto, la empresa estadounidense de dibujos animados enfureció por el lucro que se hacía con la imagen del Pato Donald, misma que era el logo de Pascual Boing desde el año 1940.
Sin embargo, la demanda contra el Pato Pascual llegó hasta 1980, tras lo cual sucedieron casi tres décadas de litigio.
Finalmente, la empresa mexicana logró tener una salida ante el conflicto, cambiando la imagen del Pato Pascual.
En 2007 el Pato Donald dejó de ser el Pato Pascual y se seleccionó una imagen mediante un concurso.
La nueva imagen de la refresquera conserva ciertas reminiscencias de la anterior, sin embargo posee un forma más estilizada. Con ello, Pascual venció legalmente a Disney.
La receta de los logos no fue nueva para la cooperativa, ya que también otro de sus productos más famosos, el refresco Lulú, tuvo un proceso semejante.
Sin embargo, a diferencia del Pato Pascual, Lulú nació con modificaciones que evitaron demandas.
Pese a ello, las coincidencias y confusiones saltan a primera vista si se le compara con Betty Boop, dibujo animado por por Max Fleischer para Paramount Pictures.
Finalmente, ambos personajes perdieron su última batalla contra el Gobierno de México, cuando en 2020 se aprobó la modificación a la NOM-051, la cual excluye personajes animados o caricaturas en la publicidad de alimentos ricos en azúcares y grasas.
El fin de la modificación es disuadir el consumo de dichos productos, esto con el fin de mejorar la salud de la población en general.
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